Expositor para Kylie Cosmetics diseñado por el Grupo Mayence
El sector de la cosmética es muy competitivo y captar la atención del consumidor en los puntos de venta, es clave. Las marcas están actualmente en una búsqueda constante de formas innovadoras de marcar la diferencia y destacar entre la competencia. Es importante ofrecer una experiencia que atraiga, pero además que conecte emocionalmente con el cliente.
Dentro de este contexto, los exhibidores cosméticos interactivos se están consolidando como una herramienta muy atractiva para revolucionar el acto de compra y que se convierta en una experiencia totalmente nueva, inmersiva y personalizada. Estas soluciones, además de incrementar el engagement del consumidor, también permiten recopilar datos valiosos y fortalecer la relación de marca y cliente.
A continuación detallaremos cómo un exhibidor de cosmética interactivo es capaz de mejorar la experiencia de compra, los beneficios que tiene y qué marcas actualmente lideran en esta tendencia.
Expositor para Sephora diseñado por el Grupo Mayence
¿Qué es un exhibidor de cosmética interactivo?
Un exhibidor de cosmética interactivo es una estructura ubicada en puntos de venta físicos que combina los productos de venta reales con la tecnología digital. Gracias a estos dispositivos el cliente puede interactuar con la marca de una manera más personalizada e inmersiva. Usando pantallas táctiles, realidad aumentada, IA o sensores de movimiento.
El objetivo de este tipo de exhibidores es enriquecer la experiencia de compra tradicional, haciéndola más dinámica, con un asesoramiento personalizado e incluyendo pruebas virtuales de los productos.
Cómo mejora la experiencia de compra
La mayor ventaja que ofrece el exhibidor de cosmética interactivo es cambiar la experiencia de compra. Es decir, un cliente puede, por ejemplo, escanear su rostro y con base en ello recibir recomendaciones y consejos de productos adaptados a su tipo de piel. O también, probarse un labial o una base de maquillaje virtualmente para saber cómo le quedaría ese tono sin necesidad de aplicarlo físicamente.
Esta experiencia ayuda a eliminar barreras como lo es la indecisión, desconocimiento sobre el producto o falta de asesoramiento en tienda. Además de ello, también ofrecen un componente lúdico en el proceso de compra. Hacen de la experiencia de compra, algo divertido y memorable. El consumidor se sentirá más comprendido y atendido y, por lo tanto, se volverá más propenso a comprar y recomendar esta experiencia y marca a otras personas.
Expositor para Elizabeth Arden diseñado por el Grupo Mayence
Beneficios para marcas y consumidores
Además de mejorar la experiencia de compra para el cliente, el exhibidor de cosmético interactivo también se convierte en una oportunidad estratégica para que las marcas se diferencien y fidelicen a sus compradores. A continuación lo detallamos.
Más atención, más ventas
Conseguir captar la atención del consumidor en los primeros segundos es uno de los principales desafíos dentro del mundo del retail. Y un exhibidor interactivo puede precisamente conseguir esto al contar con luces, pantallas y sonidos. Es un imán visual muy potente que invita a la exploración.
La percepción de modernidad y tecnología que aportan este tipo de exhibidores hace que los clientes tengan más confianza en un producto, disminuyendo el riesgo de devolución y aumentando la satisfacción tanto del proceso de la compra como de la postventa.
Además de ello, las marcas pueden aprovechar los exhibidores no solo como nueva estrategia, sino también para lanzar promociones, incentivar a la creación de contenido en redes o realizar encuestas. Esto con el tiempo se traduce en más conversión y reconocimiento de marca.
Experiencias memorables en el punto de venta
Hoy en día vivimos en la era digital y, por tanto, de las compras online. Es por lo que las tiendas deben reinventarse y convertir sus puntos físicos de venta en una nueva experiencia totalmente renovada. Estos exhibidores permiten a las marcas ofrecer algo que online no se puede. Un proceso de compra personalizado, multisensorial y directa con el producto.
Un ejemplo podría ser un cliente que puede observar en directo a través de un espejo interactivo como le queda cierto tono de sobra de ojos o colorete. Además de evitar un uso físico de testers, algo que cada vez está más cuestionado por cuestiones de higiene, es una experiencia impactante poder probar el producto sin necesidad de usarlo físicamente y hace de esto una experiencia impactante y moderna que refuerza la imagen innovadora de la marca.
Expositor para Sephora diseñado por el Grupo Mayence
Ejemplos de marcas que lo están haciendo bien
Algunas de las marcas líderes en el sector de cosmética ya están haciendo uso de este tipo de tecnología, consiguiendo resultados positivos en ventas y en engagement.
Tecnologías aplicadas en tienda
Es uno de los pioneros en usar exhibidores cosméticos interactivos. Emplean una herramienta llamada ModiFace que hace uso de la realidad aumentada. Gracias a ello los clientes pueden probar los productos en la tienda con espejos inteligentes.
Esta marca ha innovado con “Sephora Virtual Artist”. Es un dispositivo que permite a los clientes probar el maquillaje en las tablets que tienen en sus tiendas. Además de ello también han incorporado asistentes virtuales que guían al usuario en todo el proceso de compra y dan recomendaciones basadas en su historial de navegación y preferencias.
Por su parte, Benefit ha implantado quioscos interactivos en diversos puntos de venta. Estos dispositivos hacen diagnósticos faciales rápidos y eficientes, lo que ayuda al consumidor a elegir el producto más adecuado a su tipo de piel o su tono más ideal ya sea de corrector, colorete, iluminador, etc.
Todos estos dispositivos además de aumentar el tiempo de permanencia de los clientes en tienda, han generado experiencias que los usuarios han compartido en redes sociales.
Sin duda alguna, en un sector que es cada vez más competitivo, ser la marca que ofrece una experiencia única y diferenciada del resto es la clave. Los exhibidores de cosmética interactivos son una herramienta ideal para lograrlo, combinando tecnología con emocionalidad.
Además de hacerle sentir comprendido al cliente, ofrecen a las marcas datos que puede usar para marcar sus estrategias en base a las preferencias y necesidades del consumidor. La cosmética ya no es solo productos, sino también experiencias.
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