
Expositor para Sephora diseñado por el Grupo Mayence
Las cabeceras de góndola son espacios muy codiciados en los puntos de venta. Esto es porque tienen una ubicación estratégica, al final de los pasillos, lo que le otorga un lugar privilegiado para captar la atención del consumidor. No obstante, estar en el lugar adecuado no es suficiente. Para que haya un impacto real, el diseño, la experiencia y el mensaje deben combinarse de manera coherente con la campaña y la marca.
A continuación exploraremos los elementos que hacen efectiva una cabecera de góndola y presentamos ejemplos reales de marcas que han conseguido cambiar ese espacio en un motor de ventas y visibilidad. ¡Sigue leyendo para no perderte nada!
Qué elementos hacen efectiva una cabecera de góndola
El éxito que tiene una cabecera de góndola no es fruto del azar. Este require de una planificación meticulosa en el que se incluya desde el diseño visual hasta la alineación con la campaña de la marca. Los aspectos que la convierten en una herramienta eficaz de marketing son los siguientes.
Diseño visual atractivo
El primer impacto que recibe cualquier consumidor es el visual. Es por ello que una cabecera de góndola debe destacar en el entorno pero sin saturar. Usar de manera óptima las formas, la jerarquía visual y la distribución del espacio, harán que el consumidor se sienta invitado a detenerse, mirar y explorar. Es por ello que las marcas que son capaces de conseguir el equilibrio entre creatividad y funcionalidad logran que el mensaje se entienda en segundos y que el producto quede integrado como uno más en la experiencia visual.
Iluminación, colores y materiales
Elegir bien los materiales y acabados, marca la diferencia. Elementos como el metal, la madera o el cartón reciclado pueden comunicar accesibilidad, lujo o sostenibilidad. La iluminación focalizada además resalta al producto y tiene la capacidad de crear atmósferas que evoquen emociones. Los colores, asimismo, deberán estar en sintonía con la identidad visual de la marca, a la vez que también han de adaptarse al contexto del punto de venta para que se genere contraste y visibilidad.

Expositor para Sephora diseñado por el Grupo Mayence
Mensaje claro y conexión con la campaña
Una buena cabecera de góndola no solo ayuda a vender un producto, sino que también cuenta historias. Tiene que haber una coherencia entre mensajes, lenguaje visual y la campaña de la marca. El storytelling refuerza la conexión con el consumidor, conecta con los valores de la marca y genera recuerdo. Acciones como promociones, códigos QR o muestras gratuitas son el perfecto complemento para la experiencia y aumentar el engagement.
Ejemplos reales de cabeceras de góndola exitosas
A continuación, analizaremos algunos de los casos de éxito donde las cabeceras de góndola han sido piezas clave a la hora de posicionar a una marca, aumentar la interacción con los consumidores y potenciar las ventas.

Expositor para Respire diseñado por el Grupo Mayence
Caso NIVEA – Experiencia sensorial en supermercados
La marca NIVEA apostó por una cabecera de góndola inmersiva en grandes superficies para su línea de productos hidratantes. La estructura incluía dispensadores a través de los cuales los consumidores podían probar la textura de las cremas. Estos dispensadores además iban acompañados de un fondo visual en tonos azules que evocaban frescura y limpieza.
El mensaje principal iba enfocado al autocuidado, incluyendo frases cortas y emocionales. Con esta dinámica se transformó una simple exposición del producto, en una experiencia sensorial inmersiva que reforzaba la confianza en la marca.
Caso Maybelline – Impacto visual con pantallas digitales
Maybelline llevó la innovación y la tecnología a sus puntos de venta con unas cabeceras de góndola digitales en las grandes superficies cosméticas. Estas estructuras estaban incorporadas con pantallas LED con contenido dinámico que mostraba tutoriales de maquillaje y demostraciones de los productos en tiempo real.
Además, la iluminación de estas pantallas era clave, ya que simulaba una prácticamente igual a la luz natural, lo que garantizaba mostrar un efecto real del maquillaje. Esta propuesta, además de captar miradas, aumentó el tiempo de permanencia en la góndola y esto se tradujo en un incremento directo en las ventas.
Caso Garnier Bio – Sostenibilidad como valor de marca
En la campaña de lanzamiento, Garnier Bio diseñó una cabecera de góndola que estaba íntegramente fabricada con materiales reciclables. La estética natural, tonos verdes y empleo de mensajes como “Belleza responsable” reforzaban los valores ecológicos que quería transmitir la marca.
La cabecera además incluía información sobre el origen de los ingredientes y el compromiso con el medio ambiente. Esto logró una fuerte conexión emocional con unos consumidores que son cada vez más conscientes del impacto en sus decisiones y hábitos de compra.
Caso L’Oréal – Personalización para audiencia jóvenes
L’Oréal creó una cabecera de góndola enfocada a su público más joven y digital. La propuesta de esta estructura incluía códigos QR que redirigían a filtros en la aplicación de Instagram para poder probar virtualmente los productos.
Además de ello, también había una ruleta digital que se activaba en la propia estructura con el que los consumidores podían conseguir descuentos personalizados. Al combinar gamificación, omnicanalidad y personalización, la marca se posicionó como innovadora y conectaba con las generaciones más jóvenes.

Expositor para Melvita diseñado por el Grupo Mayence
Sin duda alguna, la cabecera de góndola se ha consolidado como una herramienta clave dentro del sector del retail, especialmente cuando se sabe ejecutar con una estrategia que combine creatividad, coherencia y foco en el consumidor. Lejos de tan solo ser un punto más de exhibición, puede llegar a convertirse en una extensión del universo de la marca, que puede contar historias y generar experiencias memorables. Y que, todo ello, se traduzca a un aumento de las ventas.
Como se ha visto en los casos reales, la clave del éxito están en entender el espacio como un canal de comunicación más. Ser consciente de que el diseño, el mensaje y la experiencia deben ir de la mano para transmitir una idea coherente y alineada con la marca. Apostar por cabeceras de góndola bien pensadas, además de mejorar la visibilidad, contribuye a construir una relación más sólida con los consumidores finales.
En Mayence, somos expertos en transformar espacios de venta en verdaderas experiencias de marca. ¿Quieres que tus productos destaquen desde el primer vistazo? Contáctanos y diseñemos juntos una cabecera que impulse tus ventas.