PLV para la marca Kosas diseñado y fabricado por el Grupo Mayence
Atraer la atención del consumidor y diferenciarse en el punto de venta es, hoy en día, uno de los desafíos que presentan los sectores más comerciales como la cosmética o belleza. Aquí es donde entra en juego el PLV (Publicidad en el Lugar de Venta), que se ha consolidado como una herramienta poderosa y versátil, tanto para marcas como para retailers que quieren influir directamente en la decisión de compra del consumidor en el mismo espacio donde esta se produce.
A continuación, en este artículo te explicamos qué es el PLV, los distintos tipos que existen, cómo puede ser clave para incrementar tus ventas en tienda y qué aspectos debes tener en cuenta para sacarle el máximo partido.
¿Qué es el PLV?
Definición y objetivos
El PLV es un conjunto de elementos promocionales diseñados para destacar los productos de una empresa dentro del punto de venta físico. El objetivo principal de este tipo de publicidad es atraer la atención del consumidor en el entorno donde se realiza la compra, influir en su comportamiento y facilitar la conversión final. Según un estudio realizado por POPAI (Point of Purchase Advertising International) el 76% de las decisiones de compra se realizan en la tienda.
A diferencia de otras formas de publicidad orientadas al branding o al conocimiento del producto, el PLV actúa como el último eslabón del proceso de compra, incidiendo de manera directa en la decisión del consumidor en el propio lineal. Entre sus objetivos encontramos:
- Incrementar la visibilidad de los productos
- Actuar como guía en la elección del consumidor
- Impulsar lanzamientos o promociones puntuales y estacionales
- Crear experiencias de compra memorables para el consumidor
En definitiva, se trata de una herramienta esencial para transformar una visita a tienda en una experiencia y una venta efectiva.
Tipos de PLV más comunes
Una de las ventajas del PLV es que puede adoptar diferentes formas según el producto, el espacio disponible o la estrategia de marketing que quiera implementar la marca. Algunas de las más utilizadas son:
Expositores y displays
Los expositores son estructuras que presentan los productos de forma destacada y organizada. Se pueden colocar en zonas estratégicas como entradas, pasillos o áreas de espera para llamar la atención del cliente desde el primer momento.
También existen displays de sobremesa, expositores de suelo, displays de metacrilato, tótems o stands interactivos. Estos son ejemplos que combinan funcionalidad con diseño para maximizar el impacto.
El papel de la personalización es clave en este contexto. Un display bien diseñado y alineado con la identidad visual de la marca no solo destaca el producto, sino que también transmite valores y refuerza el posicionamiento.
Cabeceras de góndola y cartelería
Las cabeceras de góndola son espacios privilegiados situados al final de los lineales. Gracias a esta posición, son perfectas para destacar promociones, novedades o campañas estacionales. Funcionan como “escaparates internos” dentro de supermercados, grandes superficies, tiendas locales, etc.
Por otro lado, la cartelería cumple una función tanto informativa como persuasiva: desde vinilos y stoppers hasta banderolas colgantes. Todos ellos contribuyen a un objetivo común: guiar al cliente, reforzar los mensajes clave de marca y generar un entorno atractivo.
Cabecera de góndola para Aperol Spritz fabricado por Mayence
Cómo el PLV impulsa las ventas
Mejora de visibilidad y decisión de compra
La mayor parte de las decisiones de compra se toman en el propio punto de venta. En este contexto, contar con un PLV eficaz puede marcar la diferencia entre que un producto pase desapercibido o se convierta en la opción elegida.
Uno de los grandes beneficios del PLV es que actúa como un vendedor silencioso. Al destacar un producto en un display atractivo, facilitar información visual clara y directa o presentar una promoción en una zona destacada, se acortan los tiempos de decisión.
Además, en los últimos años se han desarrollado soluciones de PLV que permiten ofrecer a los consumidores experiencias inmersivas que conectan emocionalmente con ellos. Ya sea a través de un expositor temático, un packaging personalizado o una campaña creativa en las cabeceras de góndola, la clave está en sorprender, guiar y facilitar la compra.
Expositor lineal Kylie Cosmetics fabricado por el Grupo Mayence
Buenas prácticas de diseño y colocación
Para que un PLV resulte realmente efectivo, no basta con que sea vistoso: debe responder a una estrategia pensada para el tipo de cliente, el canal de venta y los objetivos comerciales de la marca. Algunas recomendaciones clave son:
- Coherencia visual con la marca. Los elementos del PLV deben estar alineados con la identidad visual del negocio (colores, tipografía, estilo gráfico…), reforzando así el branding.
- Mensaje claro y directo. El consumidor medio dedica solo unos segundos a mirar un display, por lo que el mensaje debe ser claro, directo, visualmente limpio y atractivo.
- Ubicación estratégica. No todas las zonas de una tienda tienen el mismo impacto. Las entradas, zonas calientes o áreas de espera son ubicaciones privilegiadas.
- Funcionalidad y accesibilidad. El PLV debe facilitar la interacción con el producto, permitir una reposición sencilla y adaptarse al espacio disponible.
- Sostenibilidad. Cada vez más marcas optan por materiales reciclables y respetuosos con el medio ambiente, en sintonía con la demanda creciente de soluciones responsables.
- Medición de resultados. Implementar métricas de seguimiento (aumento de ventas, rotación de producto, interacción…) permite evaluar el impacto real del PLV y optimizar futuras campañas.
Stand Juliette Has a gun por el Grupo Mayence
PLV: tu aliado estratégico en el punto de venta
El PLV sigue siendo, a día de hoy, una de las herramientas estratégicas más efectivas para influir de forma directa en la decisión de compra, justo en el momento clave: cuando el consumidor tiene el producto delante. Una estrategia de publicidad en el punto de venta bien diseñada no solo mejora la visibilidad, sino que también potencia el valor percibido de la marca y multiplica las oportunidades de conversión.
Desde Mayence, especialistas en diseño y fabricación de PLVS, implementamos estas soluciones que convierten el espacio físico en una herramienta eficaz de venta. Si quieres dar el siguiente paso y transformar tus puntos de venta en experiencias memorables que te ayuden a vender más, ¡No dudes en contactar hoy mismo con nosotros, te mostraremos cómo conseguirlo y resolveremos todas tus dudas!